CAPITAL Y PLUSVALÍA
Mildreth Floricelda Xona Ajanel 202242483
Ellyte Adelayda Pacay Pá 202245331
Luis Edgar Fernández Caal 202244476
¿QUÉ ES CAPITAL?
En la economía política, el capital es el conjunto de recursos, bienes y valores disponibles para satisfacer una necesidad o llevar a cabo una actividad definida y generar un beneficio económico o ganancia particular, está estrechamente relacionado con el comportamiento de las personas que intervienen en este aspecto. A menudo se considera como a la fuerza de trabajo parte del capital. También el crédito, dado que implica un beneficio económico en la forma de interés, es considerado una forma de capital (capital financiero).
Los bienes de capital, en contraste con los bienes de consumo, son utilizados en la producción de capital físico. Se refieren a bienes de capital real de los productos que se utilizan en la producción de otros productos, pero no se incorporan a los demás productos. En los bienes de capital se incluyen fábricas, maquinaria, herramientas, y diversos edificios. Son diferentes de las materias primas que se utilizan en la producción de bienes. Muchos productos pueden ser clasificados como bienes de capital o bienes de consumo de acuerdo con el uso, por ejemplo los automóviles y ordenadores personales, y la mayoría de estos bienes de capital son también bienes duraderos.
Los
bienes de capital son también diferentes del capital financiero. Los bienes de
capital son objetos reales de la propiedad de entidades (personas, gobiernos y
otras organizaciones), a fin de obtener un rendimiento positivo de algún tipo
de producción.
La
actividad que se realiza puede ser la producción, el consumo, la inversión, la constitución de una empresa, etc.
Cuando este capital se destina a la producción, se convierte en uno de los
factores de producción. El capital se puede acumular con el tiempo, y sus
retornos (renta) pueden ser utilizados o reutilizados para aumentar el capital
original.
EJEMPLOS:
1. El automóvil de una empresa hace parte del capital, puesto que se puede incluir en el capital manufactura¿Qué Es Plusvalía?
La
plusvalía, también conocida como plusvalor, apareció definido por Marx en su
obra ‘El Capital’ y es básicamente, el valor no pagado del trabajo del obrero
que crea un plusproducto del cual se hace propietario el empresario. Originando así la esencia de la
explotación o acumulación capitalista.
según
la teoría desarrollada por Karl Marx, al trabajador se le paga menos de lo que
realmente produce. Así pues, la diferencia entre lo que realmente produce y su
salario es lo que se conoce como plusvalía. Esta plusvalía constituye la
ganancia extra del empresario.
Este plusproducto o plusvalor al
ingresar al mercado se convierte en mercancía y se vende, convirtiéndose en
dinero que no retorna a los bolsillos del empleado en manera de sueldo.
EJEMPLOS
DE PLUSVALÍA:
1. El incremento de
valor que sufre un terreno con el paso del tiempo.
2. Un obrero que
supera las horas de su jornada laboral y el capitalista obtiene un beneficio
económico.
3. Cuando un edificio aumenta de valor gracias a las mejoras de las carreteras cercanas.
Tipos de Capital
El capital puede agruparse en diferentes categorías, dependiendo
de muchos factores.
Según el tipo de propietario
- Público, donde el
capital es propiedad de un estado o de un gobierno, Por ejemplo, cualquier empresa pública o los edificios de las
entidades públicas.
- Privado, el resto. Ejemplo Los propietarios del
capital son agentes privados y personas particulares, tanto empresas como
particulares. En esta categoría encaja el capital de una sociedad, sus
medios de producción o el patrimonio de un fondo
de inversión, entre muchos otros.
Según la constitución del capital
- Físico o tangible, aquel capital
que es visible, Ejemplo; como
una maquinaria agrícola, el equipamiento informático de una sociedad, las
estructuras productivas, edificios, etc.
- Intangible, que no es
visible, aunque sea real. Ejemplo:
Cualquier idea registrada mediante una patente, derechos de propiedad
intelectual, marcas, imágenes, fondos de comercio…
Según el plazo
- A corto plazo, se espera que
el capital sea capaz de generar rendimientos en un plazo inferior a un
año. Aquí encajaría cualquier capital que se invierte para la venta de
productos en un plazo inferior a un año. A nivel contable, es el activo
corriente de una empresa.
- A largo plazo, donde se
invierte con una perspectiva de generación de beneficios en varios años. Por ejemplo, la inversión en la
construcción de una infraestructura cuyos beneficios se verán en un
horizonte de cinco años. En contabilidad se incluyen dentro del activo no
corriente.
Según su función
Existen otras tripologías de capital que depende de su
utilización. Así, por ejemplo,
existen los siguientes tipos de capital:
- Capital humano, que es una
medida del valor económico de las habilidades y los conocimientos
profesionales que tiene una determinada persona.
- Capital financiero, que representa
la totalidad del patrimonio de una persona a precios de mercado
- Capital social: las aportaciones
que cada uno de los socios realiza al capital de una empresa, a cambio de
obtener una participación de la sociedad y un porcentaje de sus
beneficios.
- Capital riesgo: en general, se
trata de cualquier inversión en el capital de empresas privadas, que
normalmente no cotizan en bolsa.
- Capital flotante, el porcentaje del accionariado que se encuentra en circulación y que es susceptible de ser comprado por inversores minoristas. En general, aquí se encuentra cualquier acción que cotiza en bolsa.
Tipos de plusvalía
Plusvalía absoluta
La plusvalía absoluta consiste en aquella que se adquiere al aumentar las horas de jornada de trabajo, más allá del tiempo necesario de producción. Es decir, se da cuando el empleado trabaja durante más horas, a pesar de ya haber cubierto los gastos pactados para la jornada. Este tipo de plusvalía tuvo su auge en el inicio del capitalismo, cuando el trabajo era manual. Hoy en día, la plusvalía absoluta se adquiere con horas extras de trabajo.
Plusvalía relativa
Plusvalía extraordinaria
La plusvalía extraordinaria consiste en utilizar las innovaciones tecnológicas para disminuir la cantidad de fuerza de trabajo que se requiere. A través de esta, el empleado podrá producir más y así generar más ganancia o plusvalía.
Ejemplos:
¿Como se calcula EL Capital?
CAPITAL DE TRABAJO
PASO 1
PASO 2
PASO 3
¿Cómo se
calcula la plusvalía?
Una de las principales novedades del desarrollo del concepto por parte
de Marx, fue la formulación matemática del problema. Es decir, una fórmula que
permite calcular la cantidad de la plusvalía.
Plusvalía (s) = Ingresos – costes de producción (c+v)
Además Marx descompone los siguientes valores para desarrollar su teoría
del valor trabajo:
·
c = capital constante (maquinaria,materiales,
costes fijos…)
·
v = capital variable (trabajadores)
·
s = plusvalía (excedente del
empresario)
·
Tasa de plusvalía = s/v
El resultado del cálculo anterior representa las unidades que gana el empresario por cada unidad de trabajo.
Ejemplo de cálculo de la plusvalía
Supongamos que existe una empresa que dedica 80 dólares a
maquinaria (c), 50 dólares a los salarios de los trabajadores (v) y vende sus
mercancías por 150 dólares (ingresos). Entonces la plusvalía es:
Plusvalía (s) = Ingresos – costes de producción (c+v) = 150 – (80+50) = 20
Tasa de plusvalía = 20 / 50 = 0,4
Los resultados anteriores se interpretan de la siguiente forma:
La plusvalía total del empresario (s) es de 20 dólares. Asimismo, la tasa de plusvalía es de 0,4. Este 0,4 equivale a decir que el empresario se queda con un 40% del producto generado por los trabajadores.
Las ganancias son la fuerza que impulsa al capitalismo. Si
no hay ganancias, la empresa entra en crisis y su capital se empieza a
atrofiar. La teoría económica y el sentir común en los negocios están completamente
de acuerdo en este punto. Entonces, ¿Qué es el capital?
El capital es algo que se usa en el proceso de obtener una
ganancia. Como lo señala Keynes, la noción de Marx del circuito de capital
D-M-D´ proporciona un método particularmente útil para identificar el capital. El
dinero (D) es invertido en mercancías (M) que representan la mano de obra, las
materias primas, las fábricas y el equipo, lo cual obedece a la intención de
recobrar más dinero (D´). Cada etapa del proceso representa una forma particular
de capital: el capital monetario inicial es transformado en una
mercancía-capital que después se vende a cambio del capital monetario final.
Las mercancías intermedias (M) funcionan como capital porque se emplean como
tal, para contribuir a producir bienes, venderlos o hacer un trato en dinero,
todo con el fin de hacer más dinero. En todos los casos, la ganancia es el
objetivo final: D´ debe ser mayor que D para que se considere que la operación
tuvo éxito. El circuito de ingreso M-D-M es diferente. Por ejemplo, un empleado
empieza con poder de mano de obra (M) que alquila por el correspondiente
salario monetario (D), y después usa este dinero para comprar bienes de consumo
y activos financieros (M). En un circuito de capital M-D-M´ el dinero invertido
inicialmente retorna como más dinero al inversionista. En un circuito de
ingreso M-D-M el dinero se gasta y se aleja de la persona que lo gastó. Los dos
circuitos interactúan, pues los salarios recibidos por los empleados son parte
de los gastos de capital de las empresas, mientras que los bienes de consumo y
los activos financieros comprados por los empleados son parte de las ventas de
las empresas cuyo motivo es la ganancia
El proceso de trabajo, el proceso de producir los bienes y
servicios nacionales, es eminentemente social. El precio de una mercancía es la
expresión monetaria de su valor cuantitativo, y tanto el precio como el dinero
son construcciones sociales. Las relaciones capitalistas añaden otra dimensión,
porque dentro del dominio del capital tanto los procesos de trabajo como el
precio de “la mercancía” se convierten en medios para obtener una ganancia. En
el proceso de trabajo esto genera el impulso para extender la duración y la
intensidad de la jornada laboral hasta sus límites sociales y reconformar
constantemente la producción siguiendo lineamientos cada vez más “racionales”,
desde el punto de vista del capital. Esta compulsión es la fuente del papel
históricamente revolucionario que desempeña el capitalismo para aumentar la
productividad de la mano de obra a niveles sin precedentes, mediante la
rutinización de la producción, la reducción de las actividades humanas a
operaciones repetitivas y automáticas y el continuo remplazo de este trabajo
humano -parecido ahora al de una máquina- por máquinas reales. Mientras que la
herramienta es un instrumento de la mano de obra en los modos anteriores de
producción, ahora es el trabajador el que se convierte en un instrumento de la
máquina en la producción capitalista. La Revolución industrial es la
consecuencia, no la causa, de las relaciones capitalistas de producción.
No todo el trabajo o todos los medios de producción
funcionan como capital. Una mecánica que trabaja por cuenta propia puede
utilizar herramientas para ganarse la vida, usar su ingreso para adquirir y
amueblar una casa y seguir un curso tras otro en la universidad para mejorar
sus habilidades. Sus herramientas y sus mobiliarios son parte de su riqueza, y
su educación es parte de sus habilidades. Ninguno de éstos es capital. Pero si,
en cambio, trabaja como empleada en un taller de reparaciones, trabaja para que
su patrón obtenga ganancias. Entonces, sus salarios (cuyo nivel está
relacionado en parte con sus habilidades) y la herramienta y la maquinaria con
que trabaja son parte del capital de éste.
El capital no se define por su durabilidad. Dentro de las
categorías del propio capital, la distinción entre capital circulante y capital
fijo depende de la relación de un determinado ítem con el ciclo de producción
en que opera, no de la duración de su vida económica respecto de un periodo
temporal arbitrario, como un año. Así, el molde de barro es capital circulante
si se consume en el proceso de producción, mientras que los moldes plásticos y
de acero son capital fijo si se les puede utilizar durante más de un ciclo de
producción. Sin embargo, puede ocurrir que un molde de plástico no dure más de
(digamos) seis meses de ciclos de producción, mientras que un molde de acero
puede durar varios años. Si se toma un mes como el periodo de tiempo de
referencia, tanto los moldes de plástico como los de acero se clasificarían
como duraderos; si se toma un año, sólo los últimos se clasificarían así, y
cuando el periodo de referencia es una década, los tres moldes serían
clasificados como perecederos. Nada de esto cambiará el hecho de que los moldes
de barro son capital circulante, y los de plástico y acero, capital fijo en
todos los ciclos de producción. La distinción es funcional, no temporal. En una
economía capitalista, los acervos de capital no financiero incluyen los activos
de las empresas, como inventarios, fábricas y equipos. La existencia o el
almacenamiento de riqueza no financiera, por otra parte, incluye la tierra, los
recursos nacionales o los edificios del gobierno y el equipo (riqueza pública),
así como las casas de vivienda y otros bienes de consumo duraderos (riqueza
personal).
II. Las dos fuentes de ganancias agregadas
Ningún capital individual tiene garantizada la ganancia. De
hecho, siempre se han presentado muchas bajas en la batalla constante de la
competencia. Los datos del Censo de los Estados Unidos indican que más de 70%
de las nuevas empresas dejan de existir después de una década, pues la mayoría
de éstas sencillamente queda en bancarrota (Shane, 2008). Incluso en un buen año,
como fue 2005, en que la ganancia agregada fue alta, más de 41% de las grandes
compañías estadunidenses tuvo ganancias negativas antes de los impuestos (IRS,
2008: 19, Cuadro 1). Particularmente en años malos, como 1932 y 1933, por
ejemplo, la propia ganancia agregada fue negativa (BEA, 2009).
Los economistas clásicos estaban muy conscientes de estos
patrones. Entendían que había una diferencia entre las empresas que tenían
pocas ganancias, lo que se debía a que no podían producir una cantidad
suficiente del producto (es decir, un problema de producción), y las empresas
que no podían vender el producto que producían (es decir, un problema de
realización). Pero también reconocían que, por lo general, las empresas tienen
la capacidad de ajustar su producción a los niveles deseados y adaptar su
oferta a la demanda del mercado. Por lo tanto, los economistas clásicos
característicamente empezaron con la pregunta más fundamental: ¿Qué es lo que
determina la cantidad de ganancia agregada bajo condiciones en que las empresas
son capaces de vender las mercancías que han producido colectivamente? (esto
es, cuando la oferta agregada es igual a la demanda agregada)
Aquí es donde encontramos la intrigante afirmación de James
Stuart de que en realidad hay dos fuentes del beneficio agregado:
La ganancia positiva no implica ninguna pérdida para
alguien; resulta del aumento de la mano de obra, de la industria o del ingenio,
y tiene el efecto de engrosar o aumentar el bien público. La ganancia positiva
no implica pérdida para nadie; resulta de un aumento del trabajo, la
industrializad o el ingenio, y tiene el efecto de ampliar o aumentar los bienes
públicos. La compuesta se entiende con facilidad; es la especie de ganancia que
en parte es relativa y en parte positiva. Ambos tipos pueden subsistir en forma
inseparable y en la misma transacción.
Stuart identifica a la ganancia positiva con un proceso que
“añade algo al bien público” y a la “ganancia relativa” con uno que produce una
“vibración” (transferencia) del acervo existente de riqueza. Obsérvese que la
discusión es en términos de agregados como el bien público y los acervos
generales. Stuart también dice que la ganancia agregada en la realidad es una
mezcla de dos tipos básicos. Su noción de que la ganancia positiva surge de un
aumento de la riqueza recuerda vívidamente la argumentación clásica subsecuente
de que la ganancia agregada por la producción, crucial para el desarrollo del
capitalismo industrial, depende de la creación de un producto excedente
agregado. Marx hace de la explicación de la ganancia positiva un elemento
central de su propio análisis, reservando el estudio de lo que él llama
“ganancia por enajenación” (ganancia relativa) para una etapa posterior.
Trataremos ese tema más adelante. Por ahora señalemos el problema planteado por
la noción misma de ganancia relativa: ¿Cómo puede una transferencia de la
riqueza o del ingreso existentes, en la que no hay ningún cambio en la
existencia o el flujo general y cada ganancia es compensada por una pérdida
correspondiente, generar una ganancia agregada?
Considérese el siguiente escenario con el que quizá ya esté
familiarizado. Usted llega a su casa y descubre que le han robado su apreciada
pantalla grande de televisión. A la luz fría de la contabilidad, la riqueza de
su hogar ha disminuido 500 dólares. Entretanto, el ladrón ha llevado su
televisión al dueño de una tienda, quien la vende en 500 dólares al comprador
en última instancia, paga 200 al emprendedor ladrón, y conserva 300 dólares
como su ganancia neta. Usted perdió una televisión que cuesta 500 dólares. La
ganancia agregada ha subido ahora 300 dólares, por medio de la “vibración” en
la riqueza. Obsérvese que la riqueza agregada de los hogares ha disminuido
exactamente 300 dólares: usted perdió una televisión que vale 500 dólares, el
ladrón ganó un efectivo de 200 dólares, y el comprador en última instancia de
la TV pagó 500 dólares en efectivo por una mercancía que vale esa cantidad. El
punto clave es que la pérdida de riqueza del hogar se registra dentro del
circuito de ingresos, mientras que la ganancia en el valor del capital se
registra dentro del circuito del capital. Se compensan entre sí en las cuentas
generales, pero no dentro de las cuentas de los negocios en que se localizan
las ganancias. Una mera “vibración” entre el circuito de ingresos y el circuito
del capital ha incrementado la ganancia agregada sin ningún incremento en las
existencias generales.
La ganancia agregada no se habría visto afectada si el
ladrón hubiera elegido quedarse con su TV, porque entonces la transferencia
sería interna por verificarse dentro del sector de los hogares. La ganancia de
éste en riqueza personal habría compensado su pérdida en la misma categoría, y
ahí habría terminado el asunto. Alternativamente, si una TV que vale 500
dólares fuera robada de la oficina de una empresa y luego vendida a otra por la
misma cantidad, la ganancia agregada tampoco cambiaría. En la primera empresa
se contabilizaría la pérdida de la TV (por la que se pagaron 500 dólares) como
un aumento en los cargos por depreciación y vencimiento del equipo, lo que
cambiaría sus ganancias netas en -500 dólares. Por otra parte, la segunda
empresa registraría contablemente una ganancia neta de 500 dólares por la venta
de la TV. Así, esta transferencia dentro del circuito de capital, de una
empresa a la otra, no afectaría la ganancia agregada.
Las transferencias dentro del circuito del capital parecen
seguir una lógica diferente. Supongamos que el sector de producción paga 80
dólares de su excedente operativo como interés a los bancos. Entonces, la
ganancia de producción disminuirá en 80 dólares, mientras que (si no se tienen
en cuenta los costos bancarios) las ganancias bancarias aumentarán 80 dólares:
la magnitud agregada de la ganancia no cambia, pero su distribución sí se modifica.
Si se tienen en cuenta los costos bancarios, el ingreso del banco se dividirá
entre costos de 50 dólares y una ganancia de 30 dólares. El principal total es
el mismo: lo que se pierde en ganancia de la producción (80 dólares) mediante
una transferencia reaparece como costos del banco (50 dólares) y ganancia del
banco (30 dólares). La redistribución del excedente ha cambiado su forma de una
ganancia pura de la producción a una mezcla de ganancia y costos agregados, de
manera que la primera es menor exactamente por la cantidad absorbida en costos
por los bancos. Obviamente, puede obtenerse el mismo resultado cuando el
excedente de la producción se divide entre la ganancia y la renta, y ésta a su
vez se divide en costos y ganancias de empresas rentistas de la tierra o la
construcción. Los impuestos y las transferencias también pueden absorber una
parte del excedente operativo. Aunque parece que en esto no hay ningún
misterio, en la sección IV se verá que incluso las transferencias dentro del
circuito del capital pueden aumentar o disminuir la ganancia agregada en la
medida en que las transacciones crucen el límite entre las cuentas del costo
corriente y las del capital. Para las transferencias entre circuitos,
considérese el sencillo caso en que el sector de producción tiene salarios por
300 dólares y ganancias (excedentes) por 400 dólares. Supóngase que en la
ciudad se abre un nuevo banco y que les presta a los trabajadores algún dinero
que pagan con un interés neto de 18 (20 pagados sobre los préstamos menos dos
recibidos por depósitos). Éstos son un ingreso del banco, que después de tener
en cuenta los costos bancarios de 12, lleva a una nueva ganancia de seis para
el banco. La ganancia de producción sigue siendo 400, pero ahora la ganancia
agregada ha aumentado a 406: la transferencia del circuito de ingreso de los
trabajadores al circuito de capital de los bancos ha incrementado la ganancia
agregada en seis. Se obtendría el mismo resultado si la parte de las ganancias
desembolsada como dividendos para los hogares capitalistas se gastara entonces
como interés neto de 18 pagado a los bancos. Como la división de la ganancia de
producción de 400 entre dividendos y ganancias retenidas es posterior a la
ganancia total de producción, esta última sigue siendo de 400 y la ganancia
agregada aumenta a 406, porque la nueva ganancia bancaria de seis debe su
existencia sólo a la recirculación de ingresos, sin ningún cambio en el
excedente.
Lo que Stuart llama ganancia relativa y ganancia positiva
Marx lo reacuñó como “ganancia por enajenación” y “ganancia por la producción
del valor excedente”, respectivamente. El rasgo clave de la ganancia por
enajenación es que surge por las transferencias. Por otra parte, las ganancias
por la producción son la forma general de la ganancia industrial, “ganancia en
forma de ganancias”, sin considerar su división adicional en renta e intereses,
el motor del capitalismo industrial. Según Marx, si la ganancia relativa fuera
la única fuente de la ganancia capitalista, entonces, “cuando todas las
mercancías se venden a su valor, no existirá ninguna ganancia” .4 El propio
enfoque de Marx se dirige al caso contrario: la ganancia industrial positiva
existe incluso cuando todas las mercancías se venden a su valor (esto es,
“cuando hay un intercambio de equivalentes” y todo el producto se obtiene en el
intercambio). El propósito era mostrar que ni las transferencias ni el
intercambio desigual son centrales para la generación de la ganancia
industrial. Era obvio que, si alguna parte del producto no se vendía, la
ganancia realizada caería por debajo de la ganancia normal, e incluso podría
volverse negativa si las ventas cayeran por debajo de los costos. La pregunta
era: ¿Qué determina las ganancias normales? Todo el capítulo 5 del volumen 1 de
El capital está dedicado a este tema clave. No obstante, Marx tiene el cuidado
de decir que la ganancia relativa sí tiene un papel importante en otros
dominios. Ante todo, “sigue siendo importante al considerar la distribución del
valor excedente entre las diferentes clases y entre las diferentes categorías
como la ganancia, el interés y la renta” -exactamente el punto de las
ilustraciones que presenté antes-. En segundo lugar, desempeña un papel central
en las “formas antediluvianas”, como el capital de los mercaderes, que deriva
su ganancia de “comprar para vender más caro”, y el capital de los
prestamistas, que obtiene su ganancia recibiendo en pago más dinero del prestado.
Como el dinero, el capital del mercader y el capital del prestamista preceden
al capitalismo industrial y los impele la ganancia por enajenación. Se verá que
las ganancias por las transferencias también tienen un papel central en la
ganancia financiera (sección V). Desafortunadamente, Marx no vivió para
publicar nada adicional sobre estos temas. En particular, el material que sí
tenemos sobre la distribución del valor excedente en el capítulo 3 de El
capital fue recopilado por Engels mucho después de la muerte de Marx, a partir
de sus varias notas y manuscritos no terminados. Poco se dice en las obras
publicadas de Marx sobre la teoría de las ganancias del capital de los
mercaderes preindustriales, excepto para hacer énfasis en que están basadas en
“la ganancia por enajenación” derivada fundamentalmente del intercambio
desigual.5 En la numerosa bibliografía sobre la teoría de la ganancia de Marx
parece que no se observó que la ganancia por enajenación debe tener un papel
central en lo que, para Marx, integraba el “problema de la transformación”, ya
que esta última implica transferencias de valor excedente producidas por
precios que se desvían de los valores de la mano de obra -un intercambio
desigual en el sentido de Marx-. De forma parecida, se ha prestado muy poca
atención al hecho de que surge exactamente el mismo problema cuando se
consideran precios que, a su vez, se desvían de los precios de producción, como
ocurre con los precios de mercado o de monopolio:6 en este caso también pueden
cambiar las ganancias sin ningún cambio en el producto excedente (sección V).
Éste es el “problema de transformación” inherente a los propios precios de
producción, cuestión que no observaron los seguidores de Berkowitz y Sraffa.
Estaremos retornando a estos temas más adelante, empezando con la sección
III.4. Pero primero es necesario identificar los determinantes de la “ganancia”
en la producción.
III. Producción, tiempo de trabajo y ganancia
La duración y la intensidad de la jornada laboral son
centrales para el proceso de producción: a nivel microeconómico, el tipo de
tecnología, el número de turnos en el día, así como la duración y la intensidad
de cada turno determinan la productividad de cualquier fábrica determinada.
Tanto la evolución de la tecnología como su operación están socialmente
determinadas. En esta sección se tratará de la segunda parte de la pregunta de Stuart:
¿qué es lo que determina la ganancia positiva agregada?
El resultado central de esta sección es que no puede haber
ganancia positiva sin tiempo de trabajo excedente. No obstante, la ganancia
agregada puede cambiar cuando los precios relativos de las mercancías cambian,
incluso cuando el producto excedente sigue igual. Esto parece complicar la
relación entre ganancia económica y tiempo de trabajo excedente: la ganancia
sigue siendo un reflejo del trabajo excedente, pero ahora el espejo de la
circulación parece estar curvado. Esta dependencia parcial de la ganancia
monetaria respecto de los precios relativos es completamente general. Se aplica
a las teorías del precio neoclásicas, sraffiana y marxiana: hay un “problema de
transformación” en cada escuela de pensamiento. Reconocer esto es muy
importante. Pero no es suficiente, porque sigue siendo necesario preguntar cómo
y por qué las ganancias pueden variar independientemente de cualquier cambio en
las cantidades físicas. La respuesta se encuentra en el hecho de que los
cambios en los precios relativos de las mercancías por lo general tendrán
diferentes efectos sobre los circuitos del capital y del ingreso, de modo que
pueden originar transferencias entre los dos circuitos, incluso aunque el valor
monetario total que circula no cambie. Al final, la ganancia agregada está
compuesta de factores tanto positivos como relativos, tal como lo afirmó Stuart.
En la siguiente sección se tratará el misterio de los
efectos de los precios relativos sobre las ganancias agregadas. Por ahora me
concentraré en la relación central entre las ganancias agregadas y el tiempo de
trabajo excedente, explicando cada punto con un ejemplo numérico de dos
sectores. En el apéndice 6.1 se derivan formalmente todos los resultados para
el caso multisectorial general.
Suponiendo que cn = maíz, ir = hierro y N = número de
trabajadores, en la Ecuación (1) se representa un ejemplo numérico tomado de
Sraffa, descompuesto para hacer explícita la dependencia respecto del tiempo de
trabajo y ligeramente modificado en términos de la producción del sector del
hierro, además, se emplea aquí el símbolo “+” con el sentido de “y”.7 Los
flujos mostrados inicialmente corresponden a un día de trabajo de cuatro horas,
con un salario real compuesto por 4cn y 1ir. Al duplicar la jornada laboral a
ocho horas para un grupo determinado de trabajadores se duplican los insumos y
los productos de cada sector sin cambiar el empleo sectorial o el salario real.
Se puede lograr el mismo efecto duplicando la intensidad del trabajo. Los
trabajadores arriendan su capacidad de trabajar, su fuerza de trabajo, y
corresponde a quienes los emplean “extraer” tanto trabajo como puedan.
250cn+12ir+4hr⋅10Ncn➝400cn
[producción de maíz]90cn+3ir+4hr⋅5Nir➝30ir
[producción de hierro] (1)
wr = 4cn + 1ir (2)
Los siguientes cuadros representan los flujos en una
estructura de insumo-producto en que las columnas corresponden a las
industrias, y las filas a los usos de un producto en particular. En el apéndice
6.1 se muestra una representación formal de los dos conjuntos.
1. Ninguna ganancia agregada sin mano de obra excedente
Cuando el día efectivo de trabajo es de cuatro horas y el
salario real es un conjunto de mercancías que consisten en cuatro libras de
maíz y cuatro libras de hierro, puede verse por el Cuadro 1 que no habrá ningún
producto excedente: el uso agregado del maíz y del hierro como insumos
materiales, como se muestra en el área sombreada, es (250cn + 90cn) + (12ir +
3ir) = 340cn + 15ir, en tanto que el producto total mostrado en cursivas es
400cn + 30ir. Por lo tanto, el producto neto, el exceso de la producción total
sobre los insumos totales, es de 60cn + 15ir. Pero a cada trabajador se le paga
un salario real de 4cn + 1ir, y como hay 15 trabajadores en total, la cuenta
del salario agregado es 60cn + 15ir, que es igual al producto neto. En efecto,
se requieren cuatro horas de tiempo de mano de obra por cada trabajador para
que la fuerza de trabajo colectiva produzca sus propios medios de subsistencia.
Ese tiempo es lo que Marx llama tiempo de trabajo necesario, el tiempo que
deben trabajar los empleados sólo para reproducir sus medios colectivos de
subsistencia. Es sólo después de este punto que se ejecuta un excedente
positivo y, por lo tanto, se genera un producto excedente positivo. En la
práctica se revela esta conexión cada vez que los trabajadores manifiestan su
protesta reduciendo el ritmo de trabajo o iniciando una huelga. Como se muestra
en el Cuadro 1, bajo la condición de un día de trabajo de cuatro horas no hay
ningún excedente de trabajo o producto excedente. Obsérvese que los insumos de
maíz, hierro y mano de obra pueden sumarse en la última columna, porque cada
uno representa un ítem determinado, pero no hay ninguna anotación para la
hilera de producción, pues no se pueden sumar maíz y hierro.
Es evidente que, si se aplica el mismo conjunto de precios a
los insumos, a los productos y al conjunto de mercancías que constituyen la
canasta salarial, en el presente caso no habría ninguna ganancia agregada. El costo
total es el valor monetario del agregado de insumos y salarios reales (340cn +
15ir) +(60cn + 15ir); las ventas totales son el valor monetario del conjunto de
la producción (400cn + 30ir), y la ganancia total es la diferencia entre este
último y los valores monetarios de los primeros. Con un día de trabajo de
cuatro horas, los dos son iguales, por lo que no hay ganancia agregada. Esto es
perfectamente consistente con el hecho de que las ganancias positivas en
algunos sectores sean compensadas por ganancias negativas en otros. El Cuadro 2
ejemplifica el caso para el precio del maíz Pcn = 0.7 y el precio del hierro
Pir = 5.25.
Cuadro 2 Sin ninguna ganancia agregada con un producto
excedente de cero, con Pcn = 0.7, Pir = 5.25
2. Las ganancias positivas requieren mano de obra excedente
Considérese ahora el caso de un trabajo excedente positivo.
Si se empieza con un día de trabajo en que hay cero productos excedentes en
cada bien y se incrementa la duración de la jornada laboral, entonces se
origina un producto excedente positivo, primero en un sector y después en los
otros, en sucesión. En el caso actual, se considera una extensión de la jornada
laboral a ocho horas, sin ningún cambio en el número de trabajadores empleados
o en el salario real, como en el Cuadro 5. Aumentar la intensidad de la jornada
laboral daría el mismo resultado. El salario real, pagado a cada trabajador, no
cambia para así poder concentrarnos en el efecto de la jornada laboral, pero
hay un producto excedente positivo, porque la mayor duración de la jornada
laboral desemboca en un mayor producto neto. En el Cuadro 6 se muestran los
correspondientes flujos monetarios con los precios originales Pcn = 0.7 y Pir =
5.25. Como se dijo, aquí lo que interesa es explicar la ganancia agregada
cuando la demanda y la oferta se equilibran.
La transformación del dinero en capital.
El dinero de por si no es
capital. Todos conocemos que existió mucho antes de surgir el capitalismo.
El dinero solo se transforma en capital en una determinada fase del
desarrollo histórico de la producción mercantil. Marx nos indica, quo "el
comercio y el mercado universal inauguran en el siglo XVI lo era moderna del
capital"
El dinero coma dinero, y el dinero come capital, se distingue per
51.1 forma diferente de circulación. Cuando, por ejemplo, los pequeños
productores de mercancías combinaron estas entre Si el dinero acta como medio
de circulación, pero no coma capital. La fórmula de lo circulación de mercancías
es: M (mercancía) — D (dinero) — M (mercancía), o sea venta de una mercancía
pare comprar otra. Esta fórmula es inherente a la fase del desarrollo del capitalismo
correspondiente a lo producción mercantil simple. El dinero solo se transforma
en capital cuando se utiliza con el fin de explotar el trabajo ajeno. La fórmula
general del capital es: D —M — D, es decir, vender para comprar con el fin de
enriquecerse.
Vemos pues, quo entre combos formulas se establece una diferencio
substancial; mientras quo la formula M — D — M, significa quo un productor de mercancías se desprende de una mercancía que no necesito y adquiere a cambia de elle otra quo le es necesaria pare su consume, es decir. que "el consume, la satisfacción de necesidades, en un palabro el valor de uso, es, pues, su objeto final" (4); la formula D — M — D, nos indica, para el contrario, que si bien es cierto quo el punto inicial y final de la operoci6n coinciden, o sea, quo al comienzo y at final de la operación el capitalista vuelve a tener dinero en so poder, no es menos Clerk) que este nuevo sumo que revierte a sus manes no es el mismo sumo de dinero que posera al principio. Para el capitalista no tendría sentido su actividad si al final de la operación, la sumo de dinero que revierte o SUS manos fuera el mismo sumo de dinero que invirti6 al principio. Necesariamente pare que su actividad continúe, este consumo final tiene que ser mayor a la sumo de dinero inicial. "No hay, pues, que ver nunca en el valor de use el fin inmediato del capitalista. Ni tampoco en la ganancia aislado, sino en el incesante movimiento de la ganancia" (5). Es por ello, para lo que la formula general del capital es: D — M —. D', en la que D' significa la sumo de dinero acrecentado (6). Marx distingue los movimientos inversos de las circulaciones M — D — M, y D — M — D, en los siguientes términos: "La circulación simple de las mercancías principia en la venta y termina en la compra; la circulación del dinero coma capital principia en la compra y termina en la venta. En aquello, la mercancía es el punto de partida y de terminación del movimiento; en esta lo es el dinero. En lo primera forma, el dinero es el intermediario; en la otra, por el Contrario, lo es la mercancía.
En la circulación M — D —
M, el dinero se transforma al fin en mercancía que sirve de valor de uso. El
dinero es, pues, gastado definitivamente. En la forma opuesta D — M — D, por el
contrario, el comprador gasta dinero pare recibir dinero coma vendedor. Al comprar
lo mercancía, arroja dinero a la circulación pare volver a extraerlo para la venta
de la misma mercancía. No suelto el dinero sino con lo astuta intención de
volver o agradarlo. No hace sino adelantarlo." (7) "Cuando se compra
una casa para volver a venderlo, la sumo así empleada se llama dinero adelantado;
cuando se la compra para no venderla, se le puede considerar gastado '(8). Marx
continúa caracterizando las diferencias entre las circulaciones de la siguiente
monera: "En la forma M — D — M, lo misma pieza de moneda cambia dos veces
de lugar. El vendedor la recibe del comprador y page con ella a otro vendedor.
El proceso total, que empieza en la entrada de dinero por mercancía, termina en
la salida de dinero por mercancía. En la forma D—M — D, es al revés. Lo que en
ella cambia dos veces de lugar no es la misma pieza de monedo sino la misma
mercancía. El comprador la recibe de manes del vendedor y la pose a manes de
otro comprador. Así como en la circulación simple de las mercancías el doble cambio
de lugar de la misma pieza de moneda tiene por resultado su paso definitivo de
unos manes a otras, el doble cambio de lugar de la misma mercancía tiene en Este
par resultado la vuelta del dinero a su punto de partida. El reflujo del dinero
a su punto de partida no depende de qua la mercancía sea vendido más cara de lo
que fue comprado. De esto circunstancia solo depende la magnitud de la sumo de
dinero que refluye. El fenómeno mismo del reflujo tiene lugar así que la mercancía
comprada as vuelta a vender, es decir, desde que el circulo D — M — D, ha sido descrito
por completo. Esta es, pues, una diferencia comprobable par los sentidos entre
la circulación del dinero como capital y su circulación come simple
dinero"(9). ¿Ahora bien, de donde proviene este incremento del capital?
Muchos economistas burgueses, trotando de descubrir la fuente real de
enriquecimiento del capitalista, han afirmado no pocos veces, que este incremento broto de
la misma circulación mercantil, es decir, de lo misma relación entre coses-mercancías
(10). Semejante afirmación resulta insostenible. En efecto, en la esfera de la circulación,
se produce el cambio de valores equivalentes, lo que quiere decir que, al cambiarse
mercancías y dinero del mismo valor, ninguno de los poseedores de mercancías podría
extraer de la circulación mayor valor del materializado en su mercancía. Y si
todos los vendedores lograran sacar de sus mercancías más de lo que valen, un 10
por ciento más supongamos, al convertirse en compradores tendrían que volver o
pagar a los vendedores ese mismo 10 por ciento más, sobrepeso. Por donde lo que
los poseedores de mercancías salieron ganando como vendedores, volverían a
perderlo comas compradores. Y la realidad nos demuestra que el incremento del
capital beneficio a toda la clase capitalista en su conjunto. Para que el
poseedor de dinero se convierte en capitalista, tiene que encontrar en el
mercado una mercancía tal, que, al consumirse, cree valor y demos, más valor
del que ella misma encierra. 0 sea, en otros términos, quo el poseedor de
dinero tiene quo encontrar en el mercado una mercancía cuyo valor de uso
presente In peculiaridad de ser fuente de valor. Esta mercancía es la fuerza de
trabajo.
La
fuerza de trabajo como mercancía
La fuerza de trabajo es la capacidad del hombre para
trabajar, conjunto de fuerzas físicas
y espirituales de que el hombre dispone y que utiliza en el proceso de producción de los bienes materiales. La
fuerza de trabajo es la condición
fundamental de la producción
en toda sociedad. En el proceso de producción,
el hombre no sólo actúa sobre la naturaleza que le
rodeo, sino que desarrolla, además,
su experiencia productiva, sus hábitos
de trabajo. En las sociedades antagónicas
de clase, los obreros carecen de medios de producción y son explotados. Las formas en que la fuerza de
trabajo se explota dependen del tipo de propiedad imperante.
Bajo el capitalismo, la fuerza de trabajo se convierte en una mercancía. Las condiciones necesarias para que la fuerza de trabajo se convierta en mercancía son: 1) la libertad personal del individuo, la posibilidad de disponer de su fuerza de trabajo; 2) la carencia de medios de producción en lo que respecta al trabajador, la necesidad de vender la capacidad de trabajo para obtener medios de subsistencia.
Ejemplo: Un ejemplo para comprender este concepto es
el siguiente. Supongamos que un obrero textil busca empleo, vendiendo su fuerza
de trabajo. Un capitalista lo contrata para producir vestimentas cuyo costo de
producción es de 100 dólares, a cambio de un salario de 50 dólares.
En este escenario, el capitalista no le está pagando por el costo de producción de cada vestido, sino por su fuerza de trabajo, estimada en la mitad. Sin embargo, por cada vestido que el obrero textil produzca y el capitalista venda, obtendrá el costo del salario del obrero y un 50% adicional de plusvalía.
De allí que la fuerza de trabajo pueda entenderse también como una mercancía que el obrero le vende al dueño de la fábrica textil.
Valor y valor de uso de la mercancía fuerza de trabajo
Bajo el capitalismo, la fuerza de trabajo, como cualquier otra mercancía, posee valor y valor de uso. El valor de la fuerza de trabajo se determina por el valor de los medios de vida indispensables para mantener la normal capacidad de trabajo de su poseedor y sostener a los miembros de su familia, y también por los gastos que implica el aprendizaje del obrero. Con el desarrollo de la sociedad, el valor de la fuerza de trabajo cambia de magnitud, dado que se modifican el nivel de las necesidades y la cantidad de medios de vida necesarios al obrero y a su familia; también cambia el valor de dichos medios de vida a causa del avance de las fuerzas productivas. Así, por ejemplo, el valor de la fuerza de trabajo de un obrero inglés en nuestros días es esencialmente distinto de lo que era a mediados del siglo XIX. Las diferencias de nivel en el desarrollo económico, las peculiaridades nacionales e históricas de los países, así como las condiciones naturales y climáticas hacen que el valor de la fuerza de trabajo en los diferentes países presente diferencias esenciales. A medida que la producción progresa, se registra una tendencia general a que se eleve el nivel de las necesidades del obrero y aumente el valor de la fuerza de trabajo. El precio de esta fuerza tiende a situarse por debajo de su valor, lo cual se halla condicionado por el aumento del paro forzoso. Los capitalistas procuran reducir al mínimo las necesidades materiales y culturales de los trabajadores disminuyendo los salarios.
El valor de uso de la mercancía fuerza de trabajo estriba en la facultad que posee el obrero de crear, en el proceso de trabajo, un valor que supera al de la propia fuerza de trabajo, es decir, estriba en la facultad de proporcionar plusvalía. En la facultad que la fuerza de trabajo posee de crear plusvalía reside el principal interés del capitalista. Únicamente en ello ve el capitalista el sentido de comprar y consumir fuerza de trabajo. En la sociedad socialista, la fuerza de trabajo no es una mercancía. Gracias al dominio de la propiedad social sobre los medios de producción, los trabajadores, en dicha sociedad, son los dueños de todas las riquezas. Las relaciones entre los obreros y el Estado socialista, así como con las uniones cooperativas, se establecen sobre la base de la utilización planificada de los recursos de trabajo en interés de todos los miembros de la sociedad. Las relaciones socialistas de producción hacen posible el desarrollo integral de las facultades físicas y espirituales de los trabajadores, la incesante elevación de su nivel cultural y técnico y de su bienestar material.
Ejemplo: Como se presupone que la fuerza de trabajo
es cualquier acción que produzca valor, termina siendo cualquier clase
de trabajo que al desarrollarse genera un producto. Por ejemplo, al tejer se
crean prendas como vestidos, pantalones, entre otros.
Un trabajador que en un día puede realizar cuatro relojes, tiene su fuerza de trabajo un valor de uso de cuatro relojes por día.
La
producción de plusvalía y Ley económica fundamental del capitalismo.
La producción y apropiación de plusvalía se efectúa sobre la base de la ley del valor. Los capitalistas compran los factores del proceso de trabajo (medios de producción y fuerza de trabajo) con arreglo a su valor. Pero como demostró Marx, incluso cuando los capitalistas pagan el valor completo de la fuerza de trabajo, extraen plusvalía del trabajo de los obreros. Él demostró que la obtención de plusvalía no es un fenómeno casual, sino un proceso objetivo, lógico y necesario de la producción capitalista.
El proceso
de producción y de apropiación del nuevo valor creado, presupone la unidad de
la esfera de la circulación y la esfera de la producción. en la circulación el
capitalista adquiere mercancías: la fuerza de trabajo y los medios de producción.
en la producción, como resultado del trabajo de los obreros asalariados, el
valor anticipado se acrecienta, se crea plusvalía, la cual se concreta en la
esfera de la circulación cuando el capitalista vende las mercancías producidas.
En esa operación la plusvalía toma la forma monetaria.
Ejemplo:
Según Marx, el
“trabajo viviente” es el único que genera plusvalía. Es decir, únicamente
genera valor el componente v de la fórmula (fuerza de trabajo). Mientras que el
“trabajo muerto” no produce plusvalía (el componente c). El resultado son las
unidades que gana el empresario por cada unidad de trabajo.
Ley económica fundamental del capitalismo
Es la ley, descubierta por Marx, de la producción y apropiación de la plusvalía; refleja la relación principal del modo capitalista de producción, a saber: la de explotación del trabajo asalariado por parte del capital. El fin inmediato de la producción capitalista estriba en crear plusvalía para que de ella se apropien los capitalistas. "La finalidad constante de la producción capitalista consiste en crear el máximo de plusvalía o de plusproducto con el mínimo de capital desembolsado" (C. Marx). La ley económica fundamental del capitalismo expresa la sed insaciable que tienen los capitalistas de trabajo obrero no remunerado, su afán de aumentar la plusvalía pone de manifiesto cuál es el motivo propulsor, el estímulo del crecimiento de la producción capitalista. Marx indicaba que la producción de plusvalía o de ganancia constituye una ley absoluta del modo capitalista de producción. Los medios para alcanzar la finalidad de la producción capitalista son: ampliarla e intensificar la explotación del proletariado, empeorar la situación de este último, arruinar a la masa de los pequeños productores, subyugar y expoliar a los pueblos de otros países. La plusvalía se eleva de dos maneras, a las que se recurre para intensificar el grado de explotación de la clase obrera produciendo plusvalía absoluta y produciendo plusvalía relativa. La ley de la plusvalía como ley económica fundamental del capitalismo, mantiene su vigencia a lo largo de todo el desarrollo del capitalismo. Ahora bien, en las diversas fases del desarrollo capitalista, dicha ley se manifiesta de manera distinta. En la época del capitalismo premonopolista, la ley de la plusvalía actuaba como ley de la ganancia media (general) y de la ganancia extraordinaria. Cuando ya en el imperialismo, domina el capital monopolista, la forma más importante en que se manifiesta y desarrolla la ley económica fundamental del capitalismo es la de elevada ganancia monopolista, descubierta por Lenin. La acción de la ley de la plusvalía hace que se acentúe la anarquía de la producción capitalista, que se agudice la lucha competitiva, que empeore la situación de las masas trabajadoras, que se agrave la contradicción entre el trabajo y el capital. La acción objetiva de esta ley del capitalismo hace más profunda y acerba la contradicción fundamental del régimen capitalista, lleva inevitablemente a la sustitución revolucionaria de este régimen por el modo socialista de producción.
Ejemplo: en esta ley el capitalista busca obtener más trabajo del obrero y no remunerárselo, ósea generar y aumentar su plusvalía, y viene lo que llamamos explotación laboral; Trabajar exceso de horas. Cuando se estipula en el contrato x horas y se trabaja realmente x + n horas de más, y además hacer cobrar el conjunto de horas totales x+n como x
El Capital como relación
social de producción
Profundicemos ahora en por qué decimos que el capital es una relación social. La respuesta básica es: porque los poseedores de las condiciones de producción (de los medios de producción y de subsistencia) se enfrentan a los trabajadores que no son propietarios de esas condiciones. Es desde esta situación de propietarios-poseedores en un polo, y no propietarios-no poseedores en el otro, que se establece una relación de explotación. El que no tiene propiedad de los medios de producción, está obligado a intentar vender su fuerza de trabajo, si quiere evitar la inanición. En el mercado todos son formalmente iguales, propietarios de dinero y mercancías, pero de contenido, existe una desigualdad esencial, condicionada por la distribución desigual de los medios de producción. Por este motivo, el capitalismo sólo pudo surgir una vez que se hubo formado una masa de hombres “libres”, en el sentido de ser libres para ir al mercado, y estar “liberados” de los medios de producción (sobre el trabajador “libre”, ver aquí). Como no podía ser de otra manera, la economía burguesa hace abstracción de estas condiciones. Por caso, la apropiación privada de la tierra (¿por qué algunos se apropian de un bien natural?), condición sine qua non del modo de producción capitalista, jamás se cuestiona, ni justifica. Además, obsérvese que al decir que el capital es una relación -objetivada en dinero, medios de producción, etcétera- estamos afirmando que no es eterno, sino relativo. Es históricamente relativo, es un producto social.
Por lo dicho hasta aquí, se comprende también que el capital implica una relación de dominación; al dominar las condiciones de trabajo, el obrero está obligado a entregar más trabajo por menos trabajo. Lo cual explica que esas condiciones tomen la forma social de capital. “El enfrentamiento de las condiciones de trabajo producidas y en general de los productos del trabajo, como capital, con el productor directo, implica desde el primer momento un carácter social determinado de las condiciones materiales de trabajo con respecto a los obreros, y por lo tanto, determinada relación que éstos, en la producción misma, establecen con los poseedores de las condiciones de trabajo y entre sí (Marx, 1999, p. 1115, t. 3). Así, el carácter capitalista de los medios de producción y subsistencia consiste en su cualidad económica de emplear obreros y hacerles producir plusvalía; tienen una propiedad social, que los convierte en capital (véase Marx, 1983, pp. 40-1). Por eso se establece “una nueva relación de hegemonía y subordinación, que a su vez produce sus expresiones políticas” (ídem, p. 62). Es nueva con respecto a las formas de subordinación personal y política de los modos de producción precapitalistas. Es que en el capitalismo el trabajador está en una relación de dependencia económica; “no existe ninguna relación política, fijada socialmente, de hegemonía y subordinación” (ídem). La extracción del excedente ocurre por vía económica: a partir de la desposesión del productor de sus condiciones de producción, está obligado a vender su fuerza de trabajo al capitalista.
Ejemplo: Las relaciones de producción se basan en las
relaciones de propiedad sobre los medios de producción. Si la propiedad es
social, los miembros de la sociedad son iguales con respecto a los medios de
producción, e imperan en su trabajo relaciones de colaboración y de ayuda
mutua.
Capital constante y capital variable
Debemos analizar otros dos conceptos importantes para entender la valorización del valor en el proceso del trabajo: capital constante y capital variable. Tenemos que el capitalista tiene que desembolsar su dinero en edificios, máquinas, materias primas y otros materiales auxiliares. El valor de esta parte del capital se transfiere a las nuevas mercancías producidas a medida que los medios de producción se consumen en el proceso de trabajo. Esta parte del capital que existe bajo la forma de medios de producción que no cambia de magnitud en el proceso de producción, recibe el nombre de capital constante (c). La parte del capital que se invierte en la compra de fuerza de trabajo se denomina capital variable (v). Para ser más claro, aquella parte del capital invertido en fuerza de trabajo y que aumenta en el proceso de producción se denomina capital variable (v).
Sucede que, a cambio de este capital invertido, el capitalista recibe al final del proceso de producción un nuevo valor producido por el trabajador. El obrero, escribe Marx, no lleva a cabo un trabajo doble en el sentido de que por una parte añade valor al algodón, y por otra, conserva su antiguo valor. Estos son resultados diferentes que el trabajador rinde en el mismo tiempo, aunque trabaja solamente una vez en el mismo lapso. De esta forma, este doble resultado se explica únicamente por el doble carácter del trabajo mismo, el de crear valor por un lado y el de conservar o transferir valor por otro. El trabajador incorpora nuevo valor cuando hila, teje y forja, lo que a su vez implica que todos los medios de producción tanto v como c son puestos a trabajar. Así, la vieja forma de valor de uso reaparece en una nueva forma de valor de uso. Es la acción de hilar, tejer y forjar la que infunde vida a los medios de producción como factores del proceso de trabajo. Al hilar, el trabajador, transforma algodón en hilado y por lo tanto también transfiere a éste los valores del algodón y de los usos. Pero el valor que el trabajador añade con su trabajo no se debe al trabajo específico que en nuestro caso es el de hilar, sino por el trabajo abstracto, esto es general.
Ejemplo: Un trabajador es contratado por $100 y
utiliza $1000 en materiales y componentes para crear un producto que se vende
por $1300. Esto sería $1000 de capital constante más $ 100 de capital
variable más $200 de plusvalor. La plusvalía de $200 se agregó únicamente
por la actividad del trabajador: de la inversión de $1100, solo se expandió el capital
variable de $100. El capital constante de $1000 se transfirió de los
materiales y componentes al producto y, por lo tanto, no produjo ningún valor
nuevo.
La cuota de plusvalía como expresión del grado de
explotación
Relación entre la plusvalía y el capital variable (p / v) expresada en tanto por ciento. También puede expresarse por medio de la relación entre el tiempo de trabajo adicional y el tiempo de trabajo necesario. La cuota de plusvalía muestra en cuentas veces el valor de que el capitalista se apropia sin remunerarlo supera a lo que el obrero recibe por su fuerza de trabajo, o bien y es lo mismo, en qué proporción la jornada de trabajo se divide en tiempo durante el cual el obrero trabaja para sí y tiempo durante el cual trabaja para los capitalistas. Por esto, la cuota de plusvalía es la expresión exacta del grado de explotación de la fuerza de trabajo por el capital, o del obrero por el capitalista (C. Marx). Lenin, en el artículo (Los salarios de los obreros y las ganancias de los capitalistas en Rusia), mostró, partiendo de datos estadísticos de una investigación oficial llevada a cabo en fábricas y plantas industriales, que, en 1908, el grado de explotación de los obreros rusos pasaba del 100 %, pues con un salario medio de 246 rublos anuales, cada obrero producía al capitalista una ganancia media de 253 rublos. A medida que el capitalismo se desarrolla, la cuota de plusvalía se eleva incesantemente. Crece con singular rapidez en el periodo del capitalismo monopolista. El aumento de la masa de plusvalía engendra hondas contradicciones antagónicas entre la burguesía y las masas trabajadoras, lleva a una agudización de la lucha de clases en la sociedad capitalista.
Ejemplo: Un empresario tiene una fábrica de paletas,
en la que tiene a 5 empleados fabricando 100 paletas diarios (unos 2000 al
mes), que luego van al mercado local. Para hacerlo debe comprar los insumos,
pagar los servicios y mantener la maquinaria, lo cual le ocasiona un gasto
mensual total de 2000 quetzales (c), sumado al pago de sus cinco empleados que
cobran un salario de 200 quetzales mensuales cada uno, o sea, 1000 quetzales
mensuales en total (v). Tenemos que C1 = 3000 quetzales
Formula: Plusvalía = ingresos– costos de producción (c+v)
Costos de producción = Q. 3,000.00 Tp = s/v*100• Las paletas se venden en su
totalidad, a 2 quetzales cada uno, de modo que al final del mes, a la fábrica
le ingresan 4.000 quetzales brutos. De esa cifra descontaremos C1 y obtendremos
una plusvalía de 1.000 quetzales mensuales; lo que, expresado en su tasa de
plusvalía, serían • Plusvalía = Q. 4000.00– Q. 3,000.00 • s=Q.1.000.00 • TP =
1.000 / 1.000 * 100 = 100%, esto es, una explotación del 100% de la producción.
La acumulación originaria, acumulación previa o acumulación primitiva es un concepto acuñado por Karl Marx en los capítulos XXIV y XXV del primer volumen de El Capital. Es una precondición de los procesos de acumulación del capital. Esta acumulación dependió abrumadoramente de la colonización América y las Indias Orientales, en particular el comercio de esclavos, por las naciones europeas.
Marx dice que la acumulación primitiva significa la expropiación de los productores directos, y más específicamente, "el aniquilamiento de la propiedad privada que se funda en el trabajo propio, esto es, la expropiación del trabajador", permitiendo un elemento clave del capitalismo: "la explotación del trabajo formalmente libre de otros, es decir, el trabajo asalariado". El sentido de la acumulación primitiva es privatizar los medios de producción, de tal modo que sus propietarios puedan aprovecharse de la existencia de población sin medios que tiene que trabajar para ellos. Esa privatización afectó sobre todo a las grandes masas rurales, que eran expulsadas del campo y respondía a un programa político que se ha llamado individualismo agrario. La privatización destruía decenas de formas tradicionales de definir los derechos de acceso de la población a los medios de producción y los recursos naturales: vinculación de los siervos a la tierra, derechos comunales, derechos de compascuo, derechos de campo abierto y otros.
Ejemplo
En El Capital, Marx utiliza este ejemplo:
Toma el "caso británico" como prototipo de la desposesión de derechos de los campesinos en Europa. Los siervos, al ser liberados de sus obligaciones feudales, también perdieron sus derechos a ocupar una parcela y cultivarla, pues esta pasó a ser propiedad privada del antiguo señor feudal. Además, pocos, pero pequeños propietarios que dejaron de utilizar las tierras comunales de los municipios cuando estas se convirtieron en bienes privados, de modo que vieron disminuidos sus medios de vida y se vieron obligados a endeudarse y, a medio plazo, perder las pocas tierras que poseyesen.
Marx analiza la legislación que desde el siglo XV, gradualmente, permitió ese proceso de expropiación (hay que tener en cuenta que el parlamento británico representaba los intereses de los grandes propietarios agrarios). También da cuenta de las alarmas sociales generadas por las sucesivas "oleadas de población desposeída" que, impedida de ganarse la vida, pasaron a vagar por los caminos. La aparición de tantos hombres y mujeres sin recursos, pidiendo por los caminos y ciudades generó una red de "casas para pobres" (poorhouses) en las que se les recluía y se les obligaba a trabajar para tener derecho a la caridad pública. Esas instituciones, en las que se podía concentrar el trabajo forzado de centenares de personas sin cualificaciones artesanales, incluyendo niños, se transformaron en un modelo para la producción de bienes manufacturados en serie. Con el desarrollo de del capitalismo industrial, las fábricas de enrolamiento "libre" sustituirían a las casas para pobres.
- Ha base de la plusvalía podemos entender la explotación capitalista, ya que los beneficios obtenidos por el capital se derivan de dicha plusvalía arrebatada a los trabajadores. Debido a la progresiva acumulación de plusvalías genera un desequilibrio social, El capital se hace cada vez más rico y necesariamente los asalariados deben empobrecerse. Mildreth Floricelda Xona Ajanel
- El capital tiene como objetivo la obtención de ganancias o intereses sobre la actividad económica, el capital no solo hace referencia al dinero, algunos de sus tipos como humano, financiero, social etc. La plusvalía es el valor no pagado del trabajo del obrero. El sentido de la acumulación primitiva es privatizar los medios de producción, de tal modo que sus propietarios puedan aprovecharse de la existencia de población sin medios que tiene que trabajar para ellos. Luis Edgar Fernández Caal
- El capitalismo enmascara demasiadas situaciones y hechos que en general los consideramos normales. Es decir, están dadas y que nosotros nos queda adaptarnos a ellas. Solamente a través de un análisis podemos hacer composición y descomposición del capital y plusvalía. Todo eso como resultado de la aplicación de la producción mercantil bajo la tutela del capitalismo en su máxima extensión. La parte mas desarrollada del texto anterior, fue la situación del trabajo el capitalismo, que tiene como objetivo exponer y aplicar de que condiciones se da esta actividad productiva, característica principal del ser humano. Ellyte Adelayda Pacay Pá








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